Eran exactamente las 20:53 cuando abandonamos la mansión para llegar a nuestro destino: The Hives en el Teatro Caupolicán. El concierto comenzaba a las 21:00, y como siempre, nuestra rutina mansionera pre-concertal se ha basado en juntarse antes para "llenar de becina el estanque", decidimos sacarle el flor de caña a mi hermano y mezclarlo con la nunca bien ponderada FANTA que reemplaza a la Coca Cola en circunstacias como ésta.
Àgilmente, nos tomamos 4 ron cada uno en media Hora [ "cada uno" = Mona, Erwin y yo], en ese ntonces eran las 20:10 y estabamos relajados esperando tomar un taxi cerca de las 20:30 , para llegar a la hora y posicionarnos en una buena ubicación. Pero no, el tiempo nos jugó en contra, nuestros ojos se estaban desorbitando y no nos dimos cuenta cuando ya faltaban 10 minutos para el concierto.
" Mona apúrate" "Erwin, Házte una mamadera , ahora ya! " " Calmáo qe paso al baño" .
Nos dirigimos raudamente a tomar el taxi en catedral con cumming, y nos encontramos con un taxista joven, que obviamente entendió nuestra prisa cuando le dijimos que acortara el camino en su máxima expresión.
Nos bajamos, y Erwin escondió la "botella con elixir mágico" dentro del polerón en su brazo derecho.Mientras lo revisaban, yo escuchaba como la gente gritaba.Eran las 21:15 y el concierto ya había empezado.Maldición, ¿por qué tan puntuales!, ah?, hay veces en que he tenido que esperar una eternidad para que empiecen los conciertos, y éste ... cómo un reloj ! .
Lo peor fue cuando el guardia nos dijo " No pueden entrar por acá, cancha está cerrada". Nos metimos en un pequeño "balconcillo" , donde estaba todo muy piola, y se veían "Las colmenas" ampliamente. La gente en cancha, sudaba, gritaba, se golpeaban y nosotros ahí, como señores reales en pleno renacimiento.Puede sonar bonito, pero no.Yo quería estar en la masa, golpear canillas, empujar a la gente, saltar, gritarle en el oido a la gente.No quería ver a the hives como si los estuviera viéndo en DVD.
Eran las 20:30 y Mono aún no llegaba. Por gajes del oficio tuvo que viajar a Copiapó,pero no contó con un leve retraso del avión, que hizo que llegara a ver/escuchar sólo las últimas 4 canciones.
" Son las cuatro canciones más caras de mi vida" , me dijo con su "sutil" tono de desaprobación. A cinco lucas la canción para ser exactos. Así que no le qedó otra que disfrutarlas a concho. Lo ví tan feliz cuando tocaron Hate to Say I Told You So, el hit de los hits.
Aunque vi el show incompleto, puedo decir que le doy "10 elefantitos". Simplemente M u y E n t r e t e n i d o [ siento qe aún más para lo que estaban en cancha]. El batero regaló veintemiL Baquetas, el vocalista y el bajista bailaron tanto, que hasta yo me cansé con solo verlos. Mucha dinámica e interacción con el público. Pelle Almqvist, el vocalista, hasta contó torpemente en español como intro para Two-Timing Touch and Broken Bones. "uno y dos, son tres, siete y uno son 8" gritaba con su acento sueco característico, hasta que llegó al " uno más uno" y explotó con muchos " TWO , TWO , TWO!" ... demasiado enérgico.
Ay, los amé.
Aquí un video mareador, que algún aficionado saltarín grabó de una de mis canciones favoritas:
